Éste es el 1er viña Formal comercializado de esta casta. La idea surgió en 2011, cuando Luis Pato experimentó este monovarietal como homenaje a su amigo David Lopes Ramo, nunca con la intensión de lanzarlo al mercado. 

Nota de cata:

Presenta un color dorado hipnótico que seduce a los ojos y provoca a la boca.

En la nariz, es también muy llamativo. Notas de minerales de petróleo, miel, limón, toronja, manzana y algún membrillo.

En la boca es absolutamente celestial, suave y elegante. Una acidez aún bien presente, untuoso, complejo y muy persistente. La madera está muy integrada al vino e invita a beber más un trago de vino.

Definitivamente tuve la sensación de que valió la pena esperar 6 años para abrir la botella, aunque quedé con curiosidad de saber como podría haber evolución algunos años más, ya que tiene todo el potencial para seguir envejeciendo bien en la botella.

Fecha de cata: 20/09/2020